En el Campamento no se puede comprar nada. El día que salimos de excursión, a veces pasamos por un pueblo en el que está el supermercado abierto y los niños aprovechan para comprarse un helado o algo por el estilo. También pueden comprar algo en los sitios de parada a la ida y a la vuelta (a la ida llevan la comida de casa y a la vuelta la llevan del campamento). Nuestro consejo: con 2 € tienen de sobra. Todo lo que lleven de más se suele traducir en: Un imán para la nevera con cabeza de ciervo, un bastón de madera, etc.
Es un buen momento para educar a los hijos en la sobriedad, no gastando en caprichos y cosas inútiles
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